Las jetski son una de las actividades más solicitadas en una despedida de soltero o de soltera y son muchas las razones para ello:
-Es una experiencia nueva para casi todos. La mayoría de la gente de los grupos que acuden a las excursiones en moto de agua jamás se han subido a una jetski, por lo que es algo totalmente novedoso y emocionante para ellos. Pero incluso los que sí que las han probado se muestran encantados con la idea de repetir porque saben que será muy divertido hacerlo.
-El precio es atractivo. Las excursiones en moto de agua pueden tener diferentes duraciones. Así, se adaptan a los presupuestos de cualquier despedida. Se puede contratar una de nuestras excursiones largas para aquellas despedidas en las que, tal vez, no se va a realizar ninguna otra actividad y se concentra todo el presupuesto en las motos de agua y, por ejemplo, una cena. Pero también hay excursiones cortas, desde tan solo media hora, para presupuestos bajos o para quienes quieren diversificar realizando distintas actividades. Incluso se puede optar por un pack que permite un ahorro extra.
-No es necesario tener un permiso. Si quieres pilotar una moto de agua por tu cuenta necesitas un permiso en regla que te autorice para ello. Algo así como un carnet para conducir motos de agua y otras embarcaciones de recreo. Pero cuando vas en una excursión de este tipo no necesitas ningún premiso ya que se llevan a cabo con un monitor que se encarga de dar todas las instrucciones y de que todo transcurra de una manera segura para todos los participantes. Así, todo el mundo puede participar y no se convierte en una actividad solo al alcance de los pocos que tengan la documentación necesaria.
-Puede tener la intensidad que se desee. Es una actividad que se adapta a todas las personalidades. Desde los grupos más tranquilos, que pueden pasear, fotografiar la costa y disfrutar del mar y de la brisa, hasta los más intrépidos que quieran descargar toda la adrenalina haciendo cabriolas y carreras con las motos de agua para exprimir al máximo su lado más salvaje. Hay que decir que algunas personas vienen con la intención de realizar una excursión muy tranquila pero, al subirse a la jetski, se transforman y sale a relucir su lado más divertido y salvaje.