Hay quienes quieren comprimir todas sus sensaciones en un breve espacio de tiempo y, desde que llegan a nuestras instalaciones hasta que se van, están a cien por hora. Otros, por el contrario, tienen otro ritmo interno y prefieren tomarse las cosas con calma, saborear el momento y empezar tranquilamente, vivir el punto álgido y luego volver a relajarse antes de salir.
Para estas personas que saben que las prisas no siempre son buenas, están pensadas nuestras excursiones en Jetski de una hora de duración. Un tiempo que permite que todo transcurra suavemente, sin prisas pero sin pausa.
Tiempo para ver los paisajes
Si no se es de la zona, los paisajes hay que verlos con calma y deleitarse con ellos. Por eso, la excursión permitirá que los participantes paren, disfruten de las vistas e incluso hagan algún video con una cámara acuática.
Se pueden intercalar los momentos de más emoción y con más adrenalina con estos más tranquilos en los que disfrutar de las vistas y coger fuerzas para continuar luego con más ganas. No olvidéis algún selfie, porque seguro que hay quién no se cree que hayas estado ahí.
Tiempo para soltarse el pelo
Soltarse el pelo y dejar que vuele al ritmo de la brisa marina, que se convierte en todo un vendaval cuando la moto de agua alcanza su velocidad punta. La sensación de conducir la moto de agua a toda velocidad es absolutamente incomparable.
Disfruta del viento, juega con tus compañeros retándolos en carreras por el agua, prueba la moto y descubre todo lo que es capaz de hacer para que te lo pases muy en grande. Tanto si es la primera vez que pruebas una moto de agua como si ya eres un experto, seguro que vivirás algo único y diferente.
Incluso tiempo para nadar
En una hora hay tiempo para todo, incluso para darse un chapuzón en alguna cala perdida. Una forma divertida de relajarse tras una carrera, refrescar el cuerpo y coger fuerzas para emprender el viaje de vuelta a la base.
Un viaje de vuelta que puede ser igual de divertido y aunque tal vez tenga menos paradas tendrá igual cantidad de risas. Se trata de llegar totalmente relajados, con la adrenalina descargada y con la sensación de que una hora no es igual cuando se está sobre una moto de agua.