Media hora puede hacerse eterna. Un buen ejemplo es cuando tenemos que hacer cola para conseguir algo. O cuando estamos en una de esas clases con el típico profesor capaz de dormir a las ovejas.
O puede pasar en un suspiro, y eso es lo que ocurre cuando uno está subido a una jetski. Se llega a entender eso que dicen de que el tiempo es relativo y sin necesidad de estudiar Física. Porque aunque la experiencia se hace corta, la cantidad de emociones que se llegan a experimentar son difíciles de explicar y no parece posible que se puedan comprimir en tan solo treinta minutos de tiempo.
Toma de contacto y un fantástico descubrimiento
Si es la primera vez que pilotas una moto de agua todo será nuevo y llamativo. Tocará descubrir todos sus botones, comprender su funcionamiento (no te asustes, es muy sencillo) y sentir ese hormigueo cuando notes como el motor se pone en marcha para comenzar tu aventura.
Quizás sientas una ligera sensación de vértigo, pero pronto sentirás que dominas perfectamente la moto y que es el momento de comenzar a demostrar quién está al mando, quién pilota y quién puede exigirle todo a la jetski.
Adrenalina, velocidad y emoción a tope
Ya conoces la moto y es el momento de ponerla a prueba. Disfruta de todo lo que puede dar de sí jugando con el agua, corriendo a todo lo que da su motor o imitando al monitor para intentar realizar alguna pequeña cabriola.
Se trata de liberar toda la adrenalina posible y disfrutar a tope. Grita, ríe, disfruta como un niño pero con un juguete muy de adultos. La sensación de libertad que vas a experimentar es increíble y te sentirás como si estuvieras volando sobre el mar.
Tomar aire, relajarse y disfrutar de las sensaciones
Y tras haber dejado salir a la fiera que había en tu interior es el momento de bajar revoluciones y relajarse. Dedica un par de minutos a realizar lo que los terapeutas modernos llamarían una experiencia mindfullness o de atención plena. Céntrate en todo lo que hay a tu alrededor, sé consciente de la brisa marina en tu rostro, del calor del sol sobre tu piel y del paisaje.
Saborea estos minutos atesorando todas estas sensaciones y creando un recuerdo vívido al que podrás volver cada vez que quieras sentir un total relax.