Si le preguntas a un amante del surf qué es lo que adora de ese deporte, te responderá que el contacto con el mar y la adrenalina. Puede dar más respuestas, pero esos dos factores seguramente estarán presentes en todas sus respuestas ¿Y si lo tuyo es el amor al mar, te encanta el equilibrio sobre una tabla pero prefieres algo más relajante y tranquilo? Entonces lo que buscas es el Paddle surf.
El Paddle Surf se conoce también con el nombre de surf de remo. Se inspira en la forma que tienen de desplazarse sobre el agua los habitantes de la Polinesia y nació en Waikiki en la década de los 60, aunque hace poco que se puso de moda en nuestro país. Las tablas hinchables han contribuido a su popularidad al ser muy fáciles de transportar.
Como deporte es relajante, pero también muy divertido ya que implica tener equilibrio sobre la tabla. Para los principiantes, esto va a suponer algunas caídas antes de lograr mantenerse arriba, lo que va a suponer muchas risas cuando se practica en grupo. Y, una vez que te mantienes, puedes darle emoción con carreras y competiciones o puedes limitarte a deslizarte y disfrutar de la sensación.
Una buena actividad para grupos
El Paddle surf es ideal para grupos de diferentes edades y formas físicas. No es complicado aprender a manejarse sobre la tabla y eso hace que todo el mundo pueda participar. E incluso los más torpes se lo pasarán en grande riéndose al tratar de mantenerse en equilibrio.
Hemos tenido participantes que ante la imposibilidad e aguantarse en pie han preferido sentarse a horcajadas sobre la tabla y navegar de este modo y, ¿quienes somos nosotros para decirles que así no puede ser? Si lo disfrutas a tu modo, bien disfrutado está.
Muchas personas a las que le dan un poco de respeto otras actividades con más acción apuestan por el Paddle surf para vivir una experiencia divertida con sus amigos pero sin sentir demasiada adrenalina. Y es que no todo el mundo está hecho para la acción más trepidante.
Pero también es una actividad fantástica para intercalar entre otras más movidas, dando así un poco de descanso a tanta acción. Menos adrenalina pero igual cantidad de risas en este deporte que se puede vivir de muchas maneras diferentes. Incluso dentro del grupo puede haber quienes paseen con más calma y quienes compitan, porque no pueden dejar de sentir esa energía que les lleva a medirse todo el rato con el resto.