¿Sabes que la mayoría de la gente que visita una ciudad costera se va conociendo tan solo un mínimo porcentaje de lo que en realidad tiene para ver? Y, lo que es todavía más llamativo, ni siquiera son conscientes de que esto sea así.
El mar es una parte importante de cualquier ciudad costera y ocupa la mayor parte del espacio de la misma. Pero solo vemos su superficie y no todo lo que oculta bajo la misma. Y son muchas las cosas que hay para ver bajo el agua.
El mundo que nunca ves
Solo con ponerse unas gafas con tubo y hacer snorkel ya se descubre parte del misterio que el mar oculta. Podrás ver una gran variedad de peces y empezarás a intuir que hay mucha vida en el agua y paisajes increíbles que jamás se ven y que no salen en la mayoría de los folletos turísticos.
Pero si además te pones una botella a las espaldas y un equipo de submarinismo podrás descubrir en profundidad todo lo que se oculta bajo el agua: una flora y fauna muy diferentes de las que puedes ver en el exterior y que te sorprenderán por su gran belleza; barcos que naufragaron hace ya muchos años y que en algunas ocasiones pueden visitarse para nadar entre sus restos, que parecen congelados en el tiempo; puedes ver paredes escarpadas de acantilados en las que la vida está presente en cada uno de sus rincones…
En fin, son muchas las cosas para descubrir, pero para poder bucear necesitas una titulación específica que tienes que obtener y contratar una salida de buceo.
Una experiencia que puede cambiarte la vida
Dicho lo anterior, es posible vivir la experiencia del buceo y comprobar por uno mismo que de verdad vale la pena sin necesidad de ningún título. Estamos hablando de los famosos bautizos de buceo. Se trata de una inmersión controlada de la mano de un monitor experto que guía al novato en todos sus pasos, por lo que no necesita preocuparse del equipo.
Con solo una breve charla el novato podrá iniciarse y probar qué es lo que se siente al sumergirse en el mar. La mayoría afirman que es una experiencia única, muy diferente a lo que se habían imaginado y que vale la pena disfrutar al menos una vez. Para otros, es el principio de una historia de amor con los fondos marinos que puede durar el resto de sus vidas.