Vamos a partir de una base, no existe la seguridad al 100%. Incluso un tranquilo paseo por el parque puede acabar con daños al torcerse un tobillo, resbalar o al caerse una rama de un árbol sobre nosotros. Pero dejando al margen cosas que todos sabemos que pueden ocurrir pero que raramente ocurren, los paseos en motos de agua son muy seguros y están pensados para minimizar tanto como se puede los posibles riesgos. Os contamos cómo hacemos que esta seguridad se produzca.
Las medidas de seguridad
Entre nuestras medidas de seguridad la más importante es que las motos de agua que utilizamos para las excursiones están totalmente revisadas y siempre en perfecto estado. Esto no solo impide que puedan fallar dando al traste con la excursión, también permite garantizar la máxima seguridad ya que la moto va a responder según lo que se espera de ella.
Por supuesto, todos los participantes llevan un chaleco salvavidas. En caso de que se caigan al agua estarán protegidos y flotarán, incluso si se ponen nerviosos y no son capaces de nadar. Esto también es una gran garantía de seguridad.
La charla previa
La charla previa a la salida no es tan solo para enseñar a manejar la moto, al menos en lo más básico. También es para que todos los participantes conozcan las reglas. Las reglas no están pensadas para disminuir el disfrute, sino para que este se lleve a cabo de manera muy segura.
Las normas son de obligado cumplimiento y todos los participantes se comprometen a cumplirlas. El no seguir estas normas puede hacer que sean expulsados para evitar que se pongan en riesgo a otras personas debido a imprudencias.
Monitores profesionales
Por supuesto, también están nuestros monitores. Ellos son auténticos profesionales que no solo dominan a la perfección las motos de agua, también saben cómo llevar a grupos de personas para que puedan disfrutar al máximo de la excursión.
Con su experiencia saben muy bien como animar a la gente para que lo pasen en grande, pero también como controlar situaciones que pueden tener riesgo. Además, pueden predecir problemas en una zona determinada y variar ligeramente el rumbo de la excursión para asegurarse de que todo transcurre como es debido.
En nuestras excursiones, los monitores son autoridad y todos deben de obedecer sus instrucciones para asegurarse de que las cosas van según lo esperado.
